SIMIENTE INCORRUPTIBLE hemos sido
regenerados no de simiente corruptible (no de algo físico) sino de simiente
incorruptible, por la Palabra de Dios, la cual vive y permanece para siempre (1
P 1.23), además: debemos desear como un niño que acaba de nacer la Palabra de
Dios, que es un alimento tan completo como la leche, ella nos permite crecer
espiritualmente (1 P 2.2).
Esto es lo que leo en mi Biblia (mi
único libro, un don de Dios). Soy una persona feliz. Conforme soy llenado por
la Palabra de Dios todo se transforma a mi alrededor, ¿cómo he podido perder
tanto el tiempo?... tiempo dedicado a otras cosas, placeres, actividades, pero
no un tiempo en el que soy llenado por el Señor.
Y es que si es verdad eso de la
Palabra es simiente, semilla, germen de vida, poder de Dios para hacernos
crecer espiritualmente, si no estás lleno de ella estás muerto, eres como un
inconverso, ajeno de la vida de Dios, por tu ignorancia, y por la dureza de tu
corazón. Eso es lo que yo veo en la Iglesia de hoy, en esa ramera que tiene
nombre de que vive pero está muerta (Rev 3.1). ¿Te sientes orgulloso de tu
Dios?, ¿estás orgulloso de tu linaje espiritual, de tu nuevo nacimiento, de la
Palabra de Dios?. Yo SI. Pero hay muchos que no. He escogido ser un pobre por
el Reino, otros dicen que son ricos. Los veo ir a esos espectáculos, los veo
quedarse quietos delante de sus televisores hora tras hora, absorbiendo la
basura del mundo, bebiendo los orines y las aguas fecales de los pozos negros
del infierno. Infectados y enfermos van a la Iglesia, maquillados, peinados,
con sus joyas y sus coches relucientes. Son los cristianos de hoy en día.
El texto tiene dos partes:
1) Desechando, pues,
toda malicia
2) desead como niños
recién nacidos, la leche de la Palabra
Y estos son dos aspectos, el primero
RECHAZAR firmemente la filosofía del
mundo, su TV, espectáculos y podredumbre espiritual llena de vanidad y
sensualidad, el segundo ABSORBER la leche de la Palabra.
Pero no caigas en el error de que
debes ir por partes, primero rechazar la basura del mundo, su propaganda, y
luego darte de lleno a absorbes esa leche de la Palabra. Eso no es posible, no
subestimes al mundo. Lo primero es lo último, así es en lo espiritual. Primero
sumérgete en la Palabra. Esa es mi experiencia.
Tienes que pasarte estudiando la
Biblia a cada rato. Eso es cristianismo. Me da vergüenza ver a los jóvenes de
las Iglesias intoxicándose con las teleseries, el cine y los videos musicales,
andan en tinieblas IGUAL que los incrédulos. NADA los diferencia de ellos. Una
vez que gustes la Palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, cualquier
otra cosa la vomitarás como al niño que le intenta hacer tragar algo
repugnante.
Tienes que obsesionarte con la
Biblia, tienes que llevarla siempre contigo como si fuera un chaleco antibalas
contra el diablo, debes repasar sus páginas, debes comprarte varias Biblias
para poder estudiarlas a la vez, debes pensar solo en ella. Los demás te tienen
que llamar loco, decirte que estás obsesionado y desequilibrado. Fíjate porque
lo mismo hace la gente del mundo y lo ven normal.
Desechar la maldad y desear la
leche de la Palabra. Esto es el principio de un camino de múltiples bendiciones
espirituales. Un camino de CRECIMIENTO espiritual, eso es lo que dice el
segundo versículo que estamos tratando. Ella (la Biblia) nos permite crecer
para salvación. Es una pena que esto no lo crea casi nadie. Como verás hay dos
opciones:
1) Si no desechas la
maldad, te la tragas, te envenenas, no creces y mueres espiritualmente. Estás
débil, ciego e incapacitado espiritualmente.
2) Si andas
alimentándote de la Palabra de Dios crecerás para salvación. Esto implica:
fortaleza espiritual, discernimiento espiritual y poder espiritual.
Hay todavía mucho más que ver. Como
sabes, peleamos una batalla espiritual de dimensiones considerables, el diablo
es un enemigo muy peligroso, no puedes estar contra él si no estas fortalecido
en Dios, porque va a ir a por tí, y te va a hacer pedazos. Te va a machacar. Es
por eso que hay "cristianos" que caen en adulterios, en hurtos, en
mentiras, o en desesperación, depresión y
pensamientos acusadores del diablo antes sus continuas caidas. Es
sencillo: descuidaron la leche de la Palabra.
Yo me he marcado como mínimo tres
tiempos al día para estudiar la Biblia, de una hora cada uno de ellos (eso como
mínimo), además de leerla en cada momento que tengo. La escribo a mano, la
recito, la medito, la analizo. Me he propuesto bosquejar toda la Biblia antes
de tres meses, me he propuesto memorizar las porciones más importantes del
Nuevo Testamento, me he propuesto leer toda la Biblia cada mes y medio en
actitud de oración y de rodillas. Tengo metas, tengo deseos y Dios me ayuda
porque mis metas son sagradas y santas.
LECHE Y VIANDA. hay dos aspectos
que debemos considerar en lo relacionado con el estudio de la Palabra de Dios. "De
manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a
carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, y no vianda; porque aun
no erais capaces, ni sois capaces todavía..." ( 1 Co 3.1-2).
El texto dice en
síntesis:
1) El carnal
se encuentra en un estado de inmadurez espiritual y se haya necesitado de un
alimento básico, líquido y muy asimilable como es la leche.
2) El espiritual
es capaz de "digerir" alimento espiritual sólido, como es la vianda,
su organismo es maduro y capaz de hacer una digestión y sacar nutrientes por el
proceso de digestión.
El paralelismo es claro: El
Espíritu Santo está tomando la digestión, para compararla con los asuntos
espirituales. Hay una distinción básica que debemos hacer y esta es entre la:
LECHE Y LA VIANDA.
1) La leche. ¿Qué
es la leche?. Se trata de la enseñanza fundamental, de doctrinas básicas
cristianas adecuadas para los niños en Cristo, los recién convertidos, o los
creyentes inmaduros. Es un alimento que la madre prepara para que el bebé pueda
recibir sin apenas digestión. Podemos decir entonces que la leche es un
alimento procesado o digerido. Listo para comer.
2) La vianda.
¿Qué es la vianda?. Es la comida, la comida sólida que es preciso masticar,
deglutir, tragar, digerir y absorber. Sólo un organismo maduro está capacitado
para eso.
Un error común es pensar que solo
la leche es la Palabra de Dios: NO. La leche es la Palabra de Dios digerida, ya
preparada por el maestro para que los nuevos la asimilen. Pablo se compara con
la nodriza (1 Ts 2.7) ya que él era evangelista y maestro a sus discípulos. Pablo
tomaba la Palabra de Dios, la meditaba, y la preparaba de forma que pudiera ser
fácilmente comprensible y asimilable por procesos mentales a los recién
convertidos. La leche es la Palabra digerida, y la vianda es la Palabra de
Dios en su estado original.Esto es básico.
La Biblia es un alimento
espiritual muy completo, muy puro, muy concentrado, debe ser asimilado de forma
constante para que llegue a ser parte de nosotros. Cuando un hombre come una
manzana, una vez que la digestión ha sido hecha ¡la manzana pasa a formar parte
de ese hombre!, en el aspecto espiritual la Palabra pasa a ser parte de
nosotros, Cristo (que es la Palabra encarnada Jn 1.1; 1 Jn 1.1) pasa a ser parte
de nosotros. El cuadro queda así:
La Palabra---
entendida y asimilada mentalmente (comprensión) ----- recibida en el espíritu
(meditación en oración).
La Palabra. Es el alimento, la vianda.
La mente. Es la boca, que mastica y deglute, convirtiendo la
información en trozos pequeños asimilables y ablandados por los razonamientos. Aquí
los dientes y la saliva se corresponden con los procesos mentales.
El espíritu. En minúscula, se trata de nuestro espíritu mediante el
cual percibimos a Dios, se corresponde con el estómago y las entrañas
(intestinos), mediante la meditación y la oración colaboramos con el Espíritu
Santo de Dios para recibir la Palabra en nuestro ser, estos se corresponden con
los jugos gástricos y ácidos que nuestro cuerpo segrega para transformar en
alimento aquello que hemos ingerido.
Esta idea se repite en otras
partes de la Biblia: "Y todo aquel que participa de la leche es inexperto
en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los
que han alcanzado madurez, para los que por el usa tienen los sentidos
ejercitados en el discernimiento del bien y del mal" (Heb 5.13,14).
Se vuelven a repetir
los temas:
1) El que participa
de la leche es un inexperto, un inmaduro, un niño.
2) El alimento
sólido es para los que han alcanzado la madurez.
3) Los que han
alcanzado la madurez son los que tienen los sentidos ejercitados en discernir
el bien del mal (aquí se refiere a procesos mentales ligados a lo espiritual).
Y aparece un nuevo tema:
4) Hay que
EJERCITARSE para ser maduro y plenamente capaz de digerir la vianda.
EJERCITÁNDONOS.
Tenemos que sacar conclusiones prácticas. La Biblia se identifica claramente
con alimento. La Palabra de Dios ES alimento. Y es un alimento que precisa ser
digerido, PARA DIGERIRLO HAY QUE ADQUIRIR DESTREZA, ESFORZARNOS Y PRACTICAR.
El problema que veo es que el
estado de Laodicea es de infantilismo espiritual, y esto es monstruoso, no solo
reciben leche, y son por la tanto incapaces de digerir, sino que están
recibiendo otras cosas que no son ni leche ni vianda, están recibiendo veneno
el mundo. Son como bebes deformes afectados por la talitomida. Mutilados,
enfermos, tullidos, ciegos. Han desarollado un apetito anormal y antinatural
por las cosas del mundo, son como un bebe vicioso que ha despertado un apetito
por el Whisky, la ginebra y los cigarrillos, le gusta envenenarse e
intoxicarse.
Pero, ¿donde se encuentra el
verdadero y puro alimento espiritual?, en la Palabra de Dios, ¿y que hacen con
ella?, dejarla en los estantes. El peligro se encuentra en la forma descarada
en la que el mundo te bombardea con su veneno.
Hay que tomar medidas drásticas
en tiempos de guerra y en asuntos relacionados con nuestra supervivencia. Necesitamos
vigoroso ejercicio, una alimentación sana y muy abundante. Yo te voy a decir lo
que funciona para mí, y estoy firmemente convencido que es la manera en que
funciona:
Primero, hay que leer de forma
continua la Escritura, adquirir un conocimiento completo. Esta es la forma de
tener siempre en mente la Palabra de Dios (Col 3.16; Fil 2.16). El día te
presenta muchos espacios que se desaprovechan, esperas innecesarias, el
transporte, o incluso el tiempo perdido en pasatiempos inútiles. Hazte la idea
que ahora atu "pasatiempo" es la Biblia, y pídele al Señor un deseo
irrefrenable de alimentarte de ella.
Segundo, hay que meditar en la
Palabra. Recuerda la historia de Isaac, que había salido al campo para meditar.
Para algunos esto puede resultar sencillo, pero a otros les resultará poco
menos que imposible controlar su mente agitándose de un pensamiento a otro. La
forma que a mí me resulta útil es comprarme un cuaderno y un bolígrafo y
empezar a estudiar en la Biblia por escrito, sólo así consigo extraer la máxima
concentración de mis pensamientos.
Hay que tomarse tiempo, puedes
hacer estudios de libros completos de la Biblia, los analizas, los comentas,
los relacionas con otras partes de la Biblia, escribes qué es lo que el Señor
te está hablando, cual es la aplicación práctica, qué versículos conviene
memorizar, cuales textos completos, cual es el resumen del texto, cuales son
los puntos principales de forma esquemática.
Como hoy en día la batalla se
produce en la mente, así podemos vencer al diablo. Además, conviene leer de
forma continua la Biblia en oración, y con esto quiero decir orar sobre el
texto, esto solo se aprende por la práctica continuada bajo la enseñanza del
Espíritu Santo.