LA IMPORTANCIA DE VELAR
Mt
26. 41 “Velad y orad, para que no entréis en tentación”.
Contexto:
Vemos a Jesús en un momento dramático de su vida, la victoria de la cruz fue
ganada en el Huerto de Getsemaní, en las oraciones.
El Maestro, curtido en la batalla espiritual instruye a nosotros, los
discípulos acerca de la oración como una preparación para el día de la prueba,
de la tentación.
1. Preparándonos para el día malo.
2. Preparándonos para el día de la
tentación.
3. Orando para estar fuertes en el
espíritu.
Un combate espiritual:
Hay guerras que se libran con bombas y soldados, hay otras guerras que se
libran en el plano espiritual, en el corazón del hombre. Pr
16.32 dice: “Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte, y el que se
enseñorea de su espíritu que el que toma una ciudad”. ¡La batalla se libra
dentro de nosotros, en el espíritu!.
Un Dios provisor y generoso.
Es muy importante que consideremos la naturaleza generosa y llena de
misericordia de nuestro Dios. Él nos pide que clamemos a él para estar libres
de la tentación, no lo dice porque nos va a dejar en la estacada, ¡si no porque
quiere librarnos de las caídas!.
-Consideremos un padre enormemente rico,
es banquero, posee varios bancos. Y tiene varios hijos, a cada uno le da un
cheque en blanco y firmado, y les dice que escriban lo que quieran. Uno no
escribe nada, no confía en su padre ni cree que quiera bendecirlo.
Otro en un acto de atrevimiento escribe: “20 Euros” pensando “es todo lo que
puedo sacar de mi viejo, pedirle más es arriesgarme a que no me de nada”. Otro
escribe la cantidad que necesita para este día, sabe que mañana su padre le
volverá a dar lo que necesita.
-Dios lo tiene todo, el mundo es suyo y su
plenitud. Las naciones están equivocadas, los españoles creemos que esta tierra
pertenece al gobierno de España, o los EEUU a los norteamericanos, es un error,
esta es la tierra de Dios, el mundo de Dios, y todo lo que hay es creado por Él
y vendrá a tomarlo, dispone de lo suyo como quiere y cuando le place.
La débil condición de la carne.
Somos seres tripartitos, cuerpo, alma y espíritu. Al nacer de nuevo, nuestro
espíritu humano es vivificado, el Espíritu de Dios mora en nosotros y se une a
nuestro espíritu humano (2 Co 3.17).
-Nuestro ser espiritual tiene anhelos,
deseos conforme a su naturaleza, que es santa, divina. Anhela el contacto con
Dios, anhela oir la Palabra de Dios, las oraciones. A nuestra parte carnal le
aburre enormemente todo esto, y lo único que quiere es disfrutar, sólo se
preocupa de sí mismo. Por ejemplo, un cristiano llega a su casa anhelando orar,
abrir la Palabra, sabe que eso le hace feliz, que es lo que necesita, pero
cuando llega a casa, abre la nevera, mira el correo, come algo, enciende la
tele, hace una llamada de teléfono y se olvida lo que desea.
-Una mala noticia, no podemos librarnos de
esta parte de nuestra naturaleza, vamos a tener que sufrirla, hasta el día que
vayamos al encuentro del Señor. ¿Cómo vencerla?, tenemos poderosas armas
espirituales, si nos ocupamos de lo espiritual y dejamos de hacerle tanto caso
lo debilitaremos, a veces parece que tiene las riendas y que es más fuerte que
nada, pero no es nadie y está vencido por la cruz de Jesucristo y por Su
Espíritu.
-El problema de este asunto es el de
algunos que se creen super cristianos, están
convencidos que son seres espirituales prodigiosos. Piensan que pueden saltarse
reuniones, predicaciones, que pueden dejar pasar las semanas sin tener un solo
pensamiento hacia Dios, dicen: “soy rico, me he enriquecido,
y de nada tengo necesidad”, pero no saben lo débiles que son. Durante un tiempo
piensan lo listos que son (mira, puedo disfrutar de este mundo, ser cristiano
al 25% y no pasa nada), pero llega el día malo, el día de la prueba, el de la
tentación, y se derrumban como un castillo de naipes, se van a pique como el Prestige. No hicieron provisión, sólo hicieron provisión
para la carne, muchas horas dedicadas a sí mismos, no acumularon tesoros
espirituales.
1. Preparándonos para el día malo.
-¿Cuál es el día malo?.
Para Pedro fue el día más amargo de toda su vida, cuando con un poco de presión
negó al Señor. Para Juan el bautista fue verse encarcelado por Herodes (y
empieza a dudar de Cristo). En el día malo puedes maldecir
a Dios (si es que estás pobre espiritualmente) o puedes gozarte en Dios (como
Pablo y Silas) y transformarlo en una fiesta.
-Puedes atesorar promesas, mensajes de
Dios, experiencias preciosas de fe, esos tesoros son de un valor incalculable.
Cuando todo el mundo corra, llore, se desespere, cuando la gente mire a Dios y
sólo vea oscuridad, tú lo verás todo lleno de luz, verás a Dios en cada
detalle, controlándolo todo, como un piloto a los mandos del avión y podrás
dormir tranquilo, ¡porque tú estarás en 1ª clase y los ángeles te sirven!.
-¿Cómo estar preparado para el día malo?. Esto que vamos a decir es para los cristianos que están
golpeados, heridos, debilitados, frustrados consigo mismos y con otros.
-Los tiempos de calma son para
fortalecernos en el Señor. No son para perder el tiempo, como David, que
miraba a la mujer de otro bañarse desnuda, ,son para
hacer provisión.
-Winston Churchill fue alguien capaz de usar los tiempos de calma
para ver la amenaza nazi, cuando todo el mundo hablaba de paz el preparó a
Inglaterra para la guerra, construyó aviones, y preparó el espíritu de la
nación.
-Jesús se preparó para ese día. Seguro que
tenía cosas que hacer, el NT no dice ni una mínima parte de las cosas que hacía
Jesús, pero Él se preparó en oración, oraba de día y de noche. Buscaba
continuamente el contacto con su Padre.
-Hagamos lo que hagamos no perdamos el
contacto con el Señor, las muchas ocupaciones no son excusa.
2. Preparándonos para el día de la
tentación.
-Cuando Esteban da el discurso antes de
morir podemos considerar cuanto tiempo tardó él en prepararse: toda su vida.
-Vivir en oración nos mantiene llenos del Señor,
conscientes de Él, alerta a las cosas que son peligrosas para nosotros, la
oración no cambia los planes de Dios, nos cambia a nosotros, pero sí puede
acelerar la voluntad de Dios en este mundo.
-La oración es preparación para la prueba,
vemos que Pablo oraba siempre, si no estás velando no estás fortalecido con
todo poder, no hace falta sentir nada especial, Dios está trabajando en lo
espiritual aunque no sintamos nada.
-Ha de ser una oración constante,
perseverante, no es como estudiar el día antes del exámen,
aquí eso no vale (aunque Dios puede tener misericordia de ti, pero... lo que
siembras es lo que cosechas), cada oración es como un ladrillo en tu muro de
protección contra los enemigos, ¿cuántos ladrillos estás añadiendo a tu muro?,
algunos tienen una especie de murito decorativo, como la red de una pista de
tenis, que te lo puedes saltar.
3. Orando para estar fuertes en el
espíritu.
-Vemos a cristianos que están igual que
cuando se convirtieron, permanecen como niños, lo cual no es nada bueno. Otros,
que no destacan por su inteligencia, su elocuencia ni nada en particular, están
creciendo como cohetes, sus testimonio es sólido,
viven vidas atractivas. ¿Por qué?.
-Hay cosas que vemos, y cosas que no
vemos, pero que existen (¿habéis visto alguna vez un átomo?). La parte más
importante de una planta es la raiz, no se ve porque
va bajo el suelo, pero la planta obtiene el material que necesita allí. En la
parábola del sembrador se nos dice que las plantas que no crecieron algunas
eran porque no tenían raiz, la raiz
representa nuestra vida oculta en Dios, nuestras relación
con Dios, en nuestra habitación, en privado. Ningún creyente puede ser un
creyente vigoroso si no ora.
-Este mundo cambia mucho (que se lo digan
a los iraquíes, que en poco tiempo se han quitado a Sadam,
que podía estar como Fidel Castro, toda la vida y ahora tienen una vida muy
distinta). El dinero. El dinero no es malo en sí mismo (el amor al dinero sí),
el dinero es útil. Pero hay alguien que no cambia, dice la Palabra de Dios: “Echa
sobre el Señor tu carga y Él te sustentará” (Sal 55.22), el único camino para
estar verdaderamente feliz es echar tus cargas sobre el Señor, ¿cómo?, a veces
problemas grandes requieres oraciones grandes. Ana tenía una carga enorme (era
estéril y tenía una persona que se lo recordaba), por eso oraba largamente, una
oración de un minuto no hubiera sido suficiente para soltar su carga, fue una
oración de horas.
-No pidas oración solamente, ora tú. Entra
en el santuario celestial, mira al Cordero, a Jesús, nuestro mediador, abogado
y sacerdote, háblale en lo secreto del santuario, ábrele tu corazón déjale que
te cambie, recibe consuelo interior, el alimento de la Palabra directamente de
labios de Cristo.
-Hermanos que NO oráis nada: Estáis en
peligro, entráis sin vacunas en un mundo lleno de enfermedades, estáis
convencidos de vuestra fuera, pero estáis famélicos, desnutridos, indefensos,
sois un espectáculo de risa al querer enfrentaros a enemigos tan fuertes con
esa delgadez. En el cielo lamentaréis no haber orado.Os
estáis perdiendo disfrutes y bendiciones que ni os imagináis. Dios tiene para
vosotros preparada una lista de bendiciones tan larga que daría la vuelta a
toda Hortaleza. Lo lamentaréis por toda la eternidad,
sois vosotros los causantes de vuestros propios males.
-Hermanos que SÍ oráis: no permitáis que
nada en este mundo os desanime a orar. A veces te desanimarás, es en ese mismo
momento que tienes que orar más. Pídele al Señor la gracia de perseverar, Él te
la dará sin duda. El diablo odia cuando te ve orando, por eso busca distraerte
tanto (a tu carne le pasa igual), es entonces cuando deja de burlarse y
comienza a tenerte miedo, su reino de tinieblas retrocede ante un cristiano que
ora y abre la puerta a la luz de Jesucristo.
-Recuerda Quien es Dios y quien eres tú.
-Olvida las formalidades, tendemos a
volvernos demasiado formalistas, lo importante es que ores con todo el corazón.
Al Señor no le impresiona cuando vestimos nuestras oraciones con ropas
sofisticadas y ricas de palabras vacías y religiosas. Él quiere tu corazón
desnudo. Ora con fuerza, con pasión, con santo atrevimiento, con fervor.
-Espera GRANDES COSAS. Antes de caer de
rodillas hazlo con la ilusión, al expectación de que
Dios va a hacer algo MUY bueno. Esa actitud le encanta a Dios, se llama fe, y
la fe le agrada a Dios. Dios puede y Dios quiere.
-La mediocridad no es para el cristiano
que ora. Tendrá fuerza, sabiduría como pocos, será capaz de ver lo que Dios
está haciendo a su alrededor, el cristiano que ora es capaz de ver cosas que
otros no ven, el resto de la gente ve problemas, el cristiano ve oportunidades
para Dios.
-Es importante pedir conforme a la
voluntad de Dios, pero también es importante PEDIR MUCHO (Stg
4.2), no seas de aquellos que no tienen nada porque no le piden a Dios. Sé
específico, no te andes por las ramas, humíllate y pídele a Dios exactamente lo
que quieres.
-VELAD, la oración es el termómetro del
cristiano, es el indicador que nos marca como anda. ¿Quieres saber cómo estás
espiritualmente?, considera si estás orando. El Señor nos MANDA velar y orar,
no te distraigas por nada del mundo.
Julio Martínez.
Iglesia cristiana Alfa y Omega. Madrid.